EE.UU.- Roman Reigns, ex campeón de World Wrestling Entertainment, regresó al ring el lunes por la noche, meses después de haber tenido que renunciar a su título para luchar contra la leucemia. Él acreditó el poder de la oración por su pronta recuperación.
Reigns, cuyo nombre real es Joe Anoaʻi, anunció en octubre que tomaría un receso para combatir el cáncer de sangre, con el que ha estado viviendo desde la edad de 22 años.
Ese día llegó antes de lo esperado. Fue el lunes por la noche en Atlanta, Georgia, cuando se lanzó el programa de televisión semanal insignia de la compañía, RAW, con excelentes noticias. El padre de tres hijos de 33 años le dijo a la multitud que su cáncer está en remisión.
“Probablemente voy a decir esto mucho, pero comenzaré diciendo gracias”, dijo a la multitud, seguido de una ovación. “Los echo de menos a todos. … No hay otro trabajo como este. No hay otra base de fans como ustedes”.
A pesar de ser un hombre de fe, Reigns admitió que antes de hacer su anuncio en octubre, estaba asustado e inseguro. No quería decirle al mundo sobre su condición.
Pero después de hacer pública su enfermedad, Reigns dijo que recibió un gran apoyo de lo que jamás hubiera podido imaginar.
“Me refiero a que la gente me esté enviando mensajes de texto y llamándome y escribiéndome por Twitter, Instagram, Facebook. Si hubo una manera de alcanzarme, todos se dieron cuenta de cómo hacerlo”, explicó. La cantidad de pensamientos, la cantidad de bendiciones, la cantidad de oraciones que me enviaron son completamente abrumadoras y enviadas por Dios. Muchas gracias”.
Reigns hizo hincapié en que el apoyo y las oraciones no eran solo de los fanáticos de la WWE, sino también de otros fuera del universo de la lucha libre.
“Fueron todas: personas que me querían y personas que no me querían. Todos me ayudaron y todos me rodearon con su amor y apoyo”, dijo. “Te estoy diciendo que tanta gente oró por mí que el correo de voz de Dios estuvo lleno… al máximo”.
“Realmente creo que -Dios- estaba en su cabeza pensando: ‘Hombre, ¿qué está pasando ahí abajo? ¿Todo por este chico? ¿Toda esta gente?”, bromeó Reigns. “Esa fue la magnitud. Eso fue lo fuerte que fue estar rodeado por el amor de todos ustedes y la gracia de todos ustedes. Para poder sentir eso y la fuerza que me diste. Puedo hacer cualquier cosa con ese tipo de fuerza y amor”.
Reigns afirmó que el apoyo que recibió le dio un “nuevo propósito” en su vida.
“Lo único que es importante -ahora- es que tengo la capacidad de poner un pie en este lugar cada noche. Si puedo hacer eso, voy a usar esta plataforma, esta plataforma gigante de la WWE que es global y que todo el mundo puede ver. “Lo voy a usar para crear conciencia y lo voy a usar para ayudar a los necesitados tal como yo lo estaba”.
Reigns, que jugó fútbol durante tres años en una escuela católica en Florida antes de jugar en la universidad en Georgia Tech, no es la superestrella más vocal cuando se trata de compartir su fe, pero no oculta el hecho de que sí tiene fe en Dios.
Cuando hizo su anuncio de leucemia en octubre, declaró que apartaría tiempo para orar. Añadió que no estaba buscando simpatía o que la gente se sintiera mal por él, pero dijo: “tengo fe”.
NOTICIACRISTIANA.COM CON INFORMACIÓN DE CHRISTIAN POST
Reigns, cuyo nombre real es Joe Anoaʻi, anunció en octubre que tomaría un receso para combatir el cáncer de sangre, con el que ha estado viviendo desde la edad de 22 años.
Ese día llegó antes de lo esperado. Fue el lunes por la noche en Atlanta, Georgia, cuando se lanzó el programa de televisión semanal insignia de la compañía, RAW, con excelentes noticias. El padre de tres hijos de 33 años le dijo a la multitud que su cáncer está en remisión.
“Probablemente voy a decir esto mucho, pero comenzaré diciendo gracias”, dijo a la multitud, seguido de una ovación. “Los echo de menos a todos. … No hay otro trabajo como este. No hay otra base de fans como ustedes”.
A pesar de ser un hombre de fe, Reigns admitió que antes de hacer su anuncio en octubre, estaba asustado e inseguro. No quería decirle al mundo sobre su condición.
Pero después de hacer pública su enfermedad, Reigns dijo que recibió un gran apoyo de lo que jamás hubiera podido imaginar.
“Me refiero a que la gente me esté enviando mensajes de texto y llamándome y escribiéndome por Twitter, Instagram, Facebook. Si hubo una manera de alcanzarme, todos se dieron cuenta de cómo hacerlo”, explicó. La cantidad de pensamientos, la cantidad de bendiciones, la cantidad de oraciones que me enviaron son completamente abrumadoras y enviadas por Dios. Muchas gracias”.
Reigns hizo hincapié en que el apoyo y las oraciones no eran solo de los fanáticos de la WWE, sino también de otros fuera del universo de la lucha libre.
“Fueron todas: personas que me querían y personas que no me querían. Todos me ayudaron y todos me rodearon con su amor y apoyo”, dijo. “Te estoy diciendo que tanta gente oró por mí que el correo de voz de Dios estuvo lleno… al máximo”.
“Realmente creo que -Dios- estaba en su cabeza pensando: ‘Hombre, ¿qué está pasando ahí abajo? ¿Todo por este chico? ¿Toda esta gente?”, bromeó Reigns. “Esa fue la magnitud. Eso fue lo fuerte que fue estar rodeado por el amor de todos ustedes y la gracia de todos ustedes. Para poder sentir eso y la fuerza que me diste. Puedo hacer cualquier cosa con ese tipo de fuerza y amor”.
Reigns afirmó que el apoyo que recibió le dio un “nuevo propósito” en su vida.
“Lo único que es importante -ahora- es que tengo la capacidad de poner un pie en este lugar cada noche. Si puedo hacer eso, voy a usar esta plataforma, esta plataforma gigante de la WWE que es global y que todo el mundo puede ver. “Lo voy a usar para crear conciencia y lo voy a usar para ayudar a los necesitados tal como yo lo estaba”.
Reigns, que jugó fútbol durante tres años en una escuela católica en Florida antes de jugar en la universidad en Georgia Tech, no es la superestrella más vocal cuando se trata de compartir su fe, pero no oculta el hecho de que sí tiene fe en Dios.
Cuando hizo su anuncio de leucemia en octubre, declaró que apartaría tiempo para orar. Añadió que no estaba buscando simpatía o que la gente se sintiera mal por él, pero dijo: “tengo fe”.
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