Poco tiempo después de está experiencia, tres ángeles me llevaron en espíritu a mi primera visita al Cielo. Estuvimos allí rápidamente. Desde esa fecha, “El ángel del árbol de durazno” me ha guiado en los recorridos por el Cielo, mostrándome y describiéndome las escenas y actividades. Yo estoy aprendiendo que no puedo dejar de vivir los deseos de mi alma en una existencia temporal, en un cuerpo mortal, y dentro un mundo de deseos pasionales, porque ellos deben y van a ser cambiados. La verdadera realidad se encuentra solamente en la Ciudad eterna del Cielo, dónde mi espíritu que nunca muere, se va a experimental exaltación pura y eterna. Después de esta, el ángel me mostró muchas cosas del Cielo. Más adelante, el Espíritu de Dios comenzó a mostrarme las cosas de una naturaleza más sagrada en la Ciudad Santa de Dios. Muchos han cuestionado mis visitas al Cielo, argumentando por ejemplo cómo llegar allá, y como pueden ellos ir. Aquí brevemente está mi explicación de cómo trabaja: El aliento que Dios sopló en Adán en el momento de la creación fue el Espíritu de Dios, y Adán llegó a ser una vida como un cuerpo que contiene un alma, un espíritu, y del Espíritu Santo. Todos estos espíritus ocupan el mismo espacio al mismo tiempo en un cuerpo humano, y por lo tanto Adán apareció como una persona. Cuando visito el Cielo, mi espíritu y un ángel hecho visible para mi son llevados arriba por el Espíritu invisible de Dios, mientras mi alma y cuerpo (mi naturaleza física) permanecen en la tierra. Para poder oír el llamado del Espíritu de Dios, dediqué mucho tiempo al estudio de la Biblia, orando, para ser “vigilante y esperando” como dice en Salmo 130:6. http://www.audilibroscristianosgratis.com/2014/07/dentro-de-las-puertas-del-cielo.html Comparte