CALIFORNIA, EE.UU.- Una situación intrigante que involucra a una anciana de 84 años está causando indignación en los cristianos de California, Estados Unidos, porque la viuda Artis Breau está siendo acusada de cometer “abuso de ancianos”, simplemente por dar estudios bíblicos en el refugio donde vive, corriendo el riesgo de ser expulsada del lugar por esa razón.
Artis vive actualmente en Veterans Home, un refugio para militares. Su esposo, ya fallecido, fue un veterano de guerra. Él sirvió en la Segunda Guerra Mundial, en la 82ª División Aerotransportada en el exterior y en la Fuerza Aérea durante la Guerra de Corea.
Como forma de ejercer su fe, Artis tuvo la iniciativa de realizar estudios bíblicos del refugio, donde la participación de los residentes es totalmente voluntaria. Sin embargo, recibió una carta del Departamento de Asuntos de Veteranos de California (CalVet), exigiendo que se detenga con los estudios.
“La casa alega que necesita proteger a los residentes de esa viuda, anciana, aunque la frecuencia de sus estudios bíblicos sea totalmente voluntaria”, informó el Pacific Justice Institute (PJI), organización de defensa que defiende Artis.
Según CalVet, hubo una denuncia de que Artis habría cometido abuso al participar en un debate con otros ancianos, sobre cuestiones relativas al cielo y al infierno. Uno de los participantes del estudio no pudo dormir esa noche.
Sin embargo, para el PJI la única motivación contra su cliente es por intolerancia religiosa, ya que el estudio bíblico es voluntario y los debates de esa naturaleza son comunes en lo que se refiere a cuestiones teológicas.
“A lo largo de este proceso, hemos sido profundamente perturbados no sólo por la falta de directrices constitucionales, ineptitud y la falta del debido proceso en la investigación, pero aún más por la noción de que discutir opiniones religiosas sobre el estado eterno del alma es considerado abuso emocional”, dice la PJI.
Artis también cree ser víctima de la persecución religiosa ser una “creyente evangélica judía de Jesús, que no es aceptada por algunos de los capellanes del lugar”.
El presidente de la PJI, Brad Dacus, destaca que el ejercicio de la libertad religiosa es un derecho garantizado por la Primera Enmienda Americana, y que la amenaza de expulsar a Artis del refugio, si no se detiene con los estudios, contradice directamente ese principio legal.
“Este ataque chocante del Estado contra el ejercicio de convicciones religiosas de nuestra cliente es profundamente perturbador”, dijo.
“El Estado busca castigar a Artis sobre la base de directivas inexistentes, privándola de un ministerio personal para los veteranos que se han beneficiado de sus servicios religiosos durante años”, destaca.
Actualmente el caso de Artis continúa en la justicia, pero ella sigue prohibida de dar estudios, a la espera del desenlace final de su historia. “Artis no está luchando sóla por sí misma, sino por el Evangelio y por los moradores que no pueden luchar por sí mismos contra el intento de intimidación del Estado”, concluyó Dacus.
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