BRASIL. – La búsqueda de un avivamiento exige que la Iglesia se dedique a la oración, ayuno y sacrificios, pero la evaluación del pastor Pablo Júnior es que les ha faltado “hambre de Dios” a los cristianos. Pablo Júnior es conocido por su contundencia en las predicaciones, que en general exhortan a los oyentes a hacer una búsqueda personal por crecimiento espiritual a través de la búsqueda de Dios en la lectura de la Biblia, la oración y el ayuno.
En un pasaje de su sermón “Hambre de Dios”, el pastor Paulo Junior llama la atención sobre la disposición que muchos fieles tienen para las conversaciones de WhatsApp, interacciones en las diversas redes sociales y audiencia a emisoras de televisión y series y películas de Netflix.
El resultado de esto es “sequedad espiritual”, lamenta el pastor. “Si tocemos nos, sale polvo”, añade Paulo Júnior. Uno de los síntomas de la “falta de hambre de Dios” es el alto grado de interés en “hacer las trivialidades, futilidades, inutilidades, imbecilidades de la vida”, pero la intolerancia con las “dos horas de culto”: “Son ávidos para asistir a la” Netflix, los programas, las películas, se empapan con delicias y grasas”, cuestionó.
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“No vamos a ver poder, no vamos a ver un demonio ser expulsado, ni un alma se convertirá y Dios va a pasar miles de kilómetros de nosotros”, dice el pastor, apuntando al resultado de una vida sin “hambre de Dios”.
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